A Very Glee Christmas

Después del especialmente tenso y sufrible Special Education, Glee nos regala un hermoso episodio que nos recuerda lo importante de esta época. A pesar de ser el blanco de burlas y ataques, los chicos de New Directions unen fuerzas para ayudar a los menos afortunados. Para lograrlo tendrán que vencer algunos obstáculos, mientras protegen la inociencia de alguien que cree incondicionalmente en la magia de la Navidad.
Lejos de ser un especial de temporada independiente, sigue el desarrollo las subtramas de la presente temporada: Finn y Rachel tienen problemas, tras darse a conocer su “mutua” infidelidad — él con Santana y ella con Puck —; Will Schuester se encuentra devastado, todavía, por la boda exprés de Emma y Carl en Las Vegas; Kurt continúa su proceso de adaptación en Dalton; y, en general,New Directions sigue siendo el grupo de “perdedores” de la escuela.
Comencemos con Brittany, quien todavía cree en Santa. Viniendo de Brit, no hay sorpresa. Lo lindo es que Artie, con ayuda de sus compañeros y de los profesores, mantengan la inocencia de la chica haciendo circo, maroma y teatro. En lugar de romper con la ilusión, el grupo acompaña a Brittany al centro comercial para pedir regalos a Santa: Mercedes pide la clásica muñeca “viva”, Lauren pide a Puck y unas patatas fritas, Quinn algo para las estrías, Sam pide chapsticks. En cambio, Brittany pide que su novio Artie pueda caminar. La única que pide algo para alguien más, el único imposible. Los chicos recurren a Beiste, la visten de Santa y la mandan en su Isuzu a casa de Brittany. Aún con todo esto, con la explicación de Santa, Brittany se desilusiona, decepcionada por la magia de Santa. Al final, recibe su milagro navideño, que la espera abajo de su árbol: un ReWalk (Aparato para paraflejicos, tiene un costo aproximado de $100.00 Dolares) . La magia navideña es salvada por la entrenadora Beiste